Nací en 1977 en Belalcázar, Caldas. A los siete años me trasladé de la montaña y como todo lo que se siembra allí, llegué a lo más profundo de la olla; ahora de olla en olla vivo; resido en el Bajo Estrada de la ciudad de Manizales, culminé el básico bachiller en el sur de Bogotá. Estudios: -Seminario en valores. -Animador juvenil (Gobernación de Caldas, Upic, Confamiliares (1998).-Talleres básicos en guitarra, talla en madera, literatura, Casas de la cultura (1998).-Escuela de teatro Tich (1998-2000).-Proyecto de formación cinematográfica Ini, Concultura, cortometraje Los Siete Días del Gato (2004).-Seminario de comunicación y periodismo, Alcaldía, Revista fuga, (2004).-Desarrollo turístico municipal, Sena (2006).-Actor y director de teatro: Tich, Actores en Escena, Antípoda, Laboratorio Teatro, Psicosis Teatro (2000-2006).-Formación de guías en museos, Banco de la República (2007).Distinciones: -Premio de literatura Honor al Merito al Creador Popular, Confamiliares (2002).-Segundo lugar en el Concurso de Caricatura, Parque Caldas, (2007).
Ahí va la bala
Va a la carrera rompiendo cabecitas
cuerpos atravesados.
Los niños se acuestan temprano,
los grandecitos
llevan del bulto sin ser día de mercado.
Pobrecito el viejito que no
alcanzó a esconder el pecho
con su ruana de cuadro a tiros,
no se pudo cubrir de la friolenta metralla
que provenía de un carro extraño.
Quién fue el fulano que mandó a matar
al Flaco
y no le pegó ni al gordo de la lotería,
de seguro estaba ciego de rabia callejera,
es ese encapuchado que se paró con changón
en la esquina de mi barrio,
una mañana entre cálida y fría
por aquellos parceros culpables o no
de haber nacido llevados.
Esquiniando
La esquina dejó de ser
el ritual constante,
de la sociedad inquieta.
Ha pasado a ser
campo santo
en medio de la asfaltada rutina:
in segura, intranquila,
desempleada multitud,
que desde el vientre
de miles de fosas
aun claman por ese lugar,
por un espacio libre,
sin exiliados, torturados,
desplazados, secuestrados,
a cambio de imposibilidades.
Sólo desempleados,
desparchados viendo
pasar lindas colegiales
de corta falda a prenses
y sus miradas picarescas
como para invitarlas a chupar helado.
La esquina aquella donde se
encuentran los otros, los mismos,
los de siempre, grita en silencio
su necesidad de seguir escuchando:
los chistes parcerianos ,
los comentarios fútbol escos,
las bla, bla, bla, bla faranduleras.
La esquina ya es monumento
a la desaparición forzada,
al eterno abandono sin derecho,
a la conmemoración. Es un lugar
que recuerda los errores humanos,
horrores policíacos, errados
e indiferentes transeúntes.
La esquina es un clasificado grafitero
"Se busca, se invita a
las honras fúnebres de……
…muerte a ladrones hambrientos".
La equina es zona prohibida ,
donde ya no se para ni para ver la hora,
ya que puedes perder el tiempo,
y morir por nada.
Hay... esquina cómo te extraño parcera.
Ahí va la bala
Va a la carrera rompiendo cabecitas
cuerpos atravesados.
Los niños se acuestan temprano,
los grandecitos
llevan del bulto sin ser día de mercado.
Pobrecito el viejito que no
alcanzó a esconder el pecho
con su ruana de cuadro a tiros,
no se pudo cubrir de la friolenta metralla
que provenía de un carro extraño.
Quién fue el fulano que mandó a matar
al Flaco
y no le pegó ni al gordo de la lotería,
de seguro estaba ciego de rabia callejera,
es ese encapuchado que se paró con changón
en la esquina de mi barrio,
una mañana entre cálida y fría
por aquellos parceros culpables o no
de haber nacido llevados.
Esquiniando
La esquina dejó de ser
el ritual constante,
de la sociedad inquieta.
Ha pasado a ser
campo santo
en medio de la asfaltada rutina:
in segura, intranquila,
desempleada multitud,
que desde el vientre
de miles de fosas
aun claman por ese lugar,
por un espacio libre,
sin exiliados, torturados,
desplazados, secuestrados,
a cambio de imposibilidades.
Sólo desempleados,
desparchados viendo
pasar lindas colegiales
de corta falda a prenses
y sus miradas picarescas
como para invitarlas a chupar helado.
La esquina aquella donde se
encuentran los otros, los mismos,
los de siempre, grita en silencio
su necesidad de seguir escuchando:
los chistes parcerianos ,
los comentarios fútbol escos,
las bla, bla, bla, bla faranduleras.
La esquina ya es monumento
a la desaparición forzada,
al eterno abandono sin derecho,
a la conmemoración. Es un lugar
que recuerda los errores humanos,
horrores policíacos, errados
e indiferentes transeúntes.
La esquina es un clasificado grafitero
"Se busca, se invita a
las honras fúnebres de……
…muerte a ladrones hambrientos".
La equina es zona prohibida ,
donde ya no se para ni para ver la hora,
ya que puedes perder el tiempo,
y morir por nada.
Hay... esquina cómo te extraño parcera.