Plegable de poesía en propalcote y en blog realizado en Manizales, Colombia, sin ánimo de lucro, de distribución gratuita. LA POESÍA HECHA POR TODOS - Derechos reservados de autor © Cada uno de los autores por sus respectivos textos gráficos o literarios.
viernes, 30 de mayo de 2008
HACEN Y FINANCIAN ESTA EDICIÓN
Jorge Cadavid, Alberto Vélez, Antonio Céspedes,
Flóbert Zapata, Patricia Valenzuela,
Gustavo Adolfo Garcés.
COORDINACIÓN EDITORIAL
Rubén Darío Galeano Martínez
ARTISTA PLASTICO INVITADO:
Diego Gómez. Educador y pintor nacido en Bolívar, Cauca y residenciado en Neira, Caldas.
IMPRESIÓN
Editorial Manigraf, Tel: 884 55 26
E-mail: manigraf@hotmail.com
DISEÑO
Carlos Alberto Bedoya
1000 ejemplares
Publicación sin ánimo de lucro.
CÉSAR DURÁN VANEGAS
LA GRAN RAMERA
Por siempre
La buscan,
A todos sirve
Eso parece,
Todos la manosean,
La violan,
Parece eterna;
Produce:
Hambre,
Miseria,
Violencia,
Desigualdad,
Ilusiones.
La democracia,
Su urna el idealismo;
Jamás ningún hombre
Podrá romper
El cristal
Para alcanzarla.
La democracia
Idealismo
Nunca puesto en escena.
DUVÁN MARÍN
Es un día como cualquier otro,
Excepto este ser más débil.
Su cuerpo se halla amordazado por el recorrido.
No pinta sonrisas de niños a media voz.
Las calles asustan y las paredes deslizan
la tristeza cobijada por ráfagas de fusil, y escupe esquirlas de metralla.
Ahí manos regadas por todos lados y piernas arrinconadas, las murallas espolvorean gotas
de misiles bañados en sangre.
Palestina desmenuza suplicas, dicen que
la esperanza es la única que se pierde pero es lamentable que a esperanza la halla matado
una guerra fría, para que los sueños huyeran
como guerreros extraídos de su libertad.
OBSTRUIDO
No queda nada.
Sólo partituras de fuegos cruzados.
El aire se tiñe de rojo, las ambulancias no paran su recorrido,
Todo esta destruido, la gente grita en
su desespero y el pánico.
Mis ojos se llenan de polvo y humo,
por segundos pierdo el equilibrio.
Las balsas ya no aparecen a la distancia;
Todo me asusta hasta el estornudo, el ruido
de los carros masacra mi tacto.
Los árboles se han quedado inmóviles.
Todo se halla paralizado, la lluvia de extintores y guantes quirúrgicos invaden todas
las entradas.
Oprimo un cigarrillo en el débil puño
de mi mano, aún siento aferrarme
a una mañana sin esperanzas donde solo quedan recuerdos de una soledad encrucijada.
WINSTON MORALES CHAVARRO
En la parte literaria ha ganado los concursos de Poesía Organización Casa de Poesía 1996; José Eustasio Rivera 1997 y 1999; Concursos Departamentales del Ministerio de Cultura 1998; Concurso Nacional de Poesía “Euclides Jaramillo Arango”, Universidad del Quindío, 2000; Segundo premio Concurso Nacional de Poesía “Ciudad de Chiquinquirá” en el 2000; Concurso Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, en el 2001; Tercer Lugar en el Concurso Internacional Literario de Outono, de Brasil. Primer y único Premio en la IX Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera. Primer Puesto en el Premio Nacional de Poesía Universidad Tecnológica de Bolívar, Cartagena, 2005. Finalista en varios concursos de poesía y cuento en Colombia, España y México.
Fue Director editorial-fundador del Periódico Neiva y es co-director de la revista Índice de Literatura, miembro del Consejo editorial de la revista de literatura Puesto de Combate-Bogotá, director de la Revista Hojas Sueltas-Neiva, Corresponsal de la revista de literatura Alhucema-España
Ha publicado los libros de poemas Aniquirona-Trilce Editores 1998; La Lluvia y el ángel (Coautoría)-Trilce Editores 1999; De Regreso a Schuaima, Ediciones Dauro, Granada-España 2001; Memorias de Alexander de Brucco, Editorial Universidad de Antioquia-2002; Summa poética, Altazor Editores, 2005, y la novela Dios puso una sonrisa sobre su rostro.
Poemas suyos han aparecido en revistas y periódicos de Colombia, España, Venezuela, Italia, Estados Unidos, Argentina, Puerto Rico y México.
Ha participado en el Primer Festival de Cultura Colombiana en Milán-Italia, celebrado en Octubre de 2000; en la V Feria Binacional del Libro en San Cristóbal-Venezuela en el 2002; en el Encuentro Internacional de Escritores en el Caribe, Playa del Carmen-México, 2002 y 2004, Encuentro Internacional de Escritores en Zamora-México, 2005, y en los Festivales Internacionales de Poesía de Medellín, Manizales y Pereira. Invitado al Festival de Poesía “Alzados en Almas” de la Casa de Poesía Silva en el 2001, al Encuentro Internacional de Escritores de Lima-Perú, 2005, y al Encuentro Nacional de Escritores, Ibagué en Flor, 2006.
Y estoy buscando las voces del camino
para traducirlas
seguro llevarán tu nombre
he aprendido a interpretar la voz del viento
esa misma que arrulla las hojas entreabiertas
de tu árbol.
¡Aniquirona, Aniquirona!
Te llama el río
y en las gotas frenéticas del aire
va tu aliento prendido a las veletas.
Al cuenco de mis manos
llega impetuoso el sol
con el oro y el trigo de tu cima
¿Debo ascender al principio del lenguaje?
Allí narran las gaviotas
los días difíciles del cielo
el trasbordo misterioso de las nubes
¿Debo traducir el idioma musical de sinsontes y de mirlos
para conocerte?
He de cuestionarme
mujer de largos sueños
e inexplicables trances
cuál es el país al que me invitas?
Apenas sé cómo te llamas
me lo ha contado el río
y sé que Aniquirona
es el umbral de otros caminos.
JÁDER RIVERA MONJE
Algunos de sus poemas han sido publicados en las revistas Puesto de Combate, Arquitrave, Indice, Hojas Sueltas de Literatura y Alhucema-España. Un texto sobre su infancia aparece en el libro antológico Memoria Secreta de la Infancia (Trilce y Altazor Editores, 2004).
Ha publicado los siguientes libros: Prosas Elementales (1993), Los Hijos del Bosque (1988), Diez Moscas en un Platico con Veneno (1999), El Día sin Horas (1.999) y La Lluvia y el Angel (1.999), antología realizada con los poetas Winston Morales Chávarro y Esmir Garcés Quiacha . En el 2006 la editorial Arquitrave, dirigida por el poeta Harold Alvarado Tenorio, publica una antología de sus mejores poemas.
EXHORTACION DEL ANCIANO VENERABLE
Cuando suene el viento en los almendros,
te ha de conmover el caer de una hoja.
Y si eres inteligente,
has de comprender que el silencio de la tarde
tiene en algo la culpa de la caída.
Cuando cae una hoja
es como si cayera un hombre:
nadie se da por enterado.
Tú mil veces has caído
e inclusive,
hay días,
hay años
en que en ti mismo persiste la indiferencia.
LAMENTACIÓN DEL HERMANO
Padre nuestro que estás en los árboles,
en las hojas, junto al nido de los toches;
que estás en el canto del gallo
de las tres de la tarde,
y en el niño que monta en bicicleta.
Padre Nuestro que estás
en el sol que nace y envejece la noche,
en los pies desnudos que abren caminos,
en los tallos verdes y las manos sangrantes.
Padre Nuestro,
tú que al mundo le dices que amas,
tiéndete a la diestra del cadáver de mi hermano,
y provócame un llanto al borde de los ojos,
y un grito,
como si del pecho te arrancaran el alma.
Padre Nuestro tú que estás
en el canto del gallo de las tres de la tarde,
en los hombres que se van,
en los caminos que transité y no olvido.
Padre mío, Padre santo
que sabes callar y te alimentas de silencio,
tú que estás en la frente de mi madre,
a oscuras y alto y pensativo,
Ven, desciende a este mundo,
desata mis sandalias, tritúrame el llanto,
apriétame duro contra tu pecho.
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
Ha publicado los libros de Poemas: Declaración de Amor a las Ventanas, Puentes de Niebla y El Arbol Puro del Río. Ha publicado varios libros de ensayos y versiones de poesía china.
Vendrá entonando la Rapsodia de Saulo
Y te hablará de un río
Del cuerpo blanco
De las mariposas en la sombra
Del agua que lleva en sus bolsillos
Del lenguaje chino
De la luna y el pasto.
Espéralo muchacha
Vendrá en el mes de mayo
En el mes de los días de lluvia
Y del movimiento de los árboles
Bajo la luz de las estrellas.
Espéralo
No dudes
El maneja la trayectoria del sol
Y tiene tu signo
Y todo será tan simple
Como el alma de los pájaros.
EJERCICIO MATINAL
Como un gallo ciego
Con las alas extendidas
La mañana avanza lentamente
Sobre las calles y las ventanas.
Dos viejos conversan
Como durmiendo
Casi soñando bajo los árboles
Y algunos colegiales
Me miran con curiosidad
Y me saludan con puñados de hierba
Mientras yo voy trotando por el parque
Respirando
Defendiendo con el aire
Y los pulmones del cielo
Mi entusiasmo por la vida.
ESMIR GARCÉS QUIACHA
*
En la página en blanco, el cuervo tiene su propio mundo y no depende de la mano del poeta. Una estela de palabras hace temblar el aire. Nada detiene su mirada, el vacío tiene su propio vértigo. La gramática va tazando su vuelo. El tiempo es un árbol de sonidos y palabras en el corazón del ave que palpita en la hoja.
*
Sobre mis hombros cuatro cuervos descargan su furia, clavan sus garras en la carne. Estoy acostumbrado a estos pequeños dolores. Les he cortado las plumas de sus alas para que no se apoderen del cielo, para que recorran con sus saltos desvalidos todo el apartamento. Les hablo a cada hora, les traduzco un poema de Dane Zajc, les canto en latín con la primera herida del día, y ellos encienden sus pequeños soles queriéndome atrapar en su universo.
*
Todas las noches dibujo una jaula distinta. Línea tras línea, barrote tras barrote. Este ejercicio lo sé de memoria, lo aprendí en la infancia con mis abuelos y lo perfeccioné en la escuela. Lo puedo repetir cuantas veces quiera; me es fácil, poseo la destreza de encerrar los espacios, de asignarle sus colores y sus ambientes. Sólo me ha parecido difícil que los cuervos entren en la jaula.
ANTONIO CORREA
Oscuro ritual
El sueño avanza
golpeado entre delirios
y el poema
su ala perdida e inasible
Insectos gritan
y ondulan las hojas ebrias de mayo
Hombres gordos como ganado
cargan en sus espaldas
la palabra emboscada
Incisiones profunda
oquedades
tumbas envueltas por el verdor
la niebla
ramos enrojecidos ramos marchitos
lleva y trae la muerte en su gran borrachera
Casa en el agua
Bajo el sol palpitante
un gemido
oscurece la casa
La ciega caída de los árboles
doblegados
por el baile ebrio de las aguas
Su cuello verde y silencioso
rinde el callado presagio del que sueña
Casa construida con la fuerza de un puente
en la humedad que avanza
Alguien pide clavos madera
soga y alambre
para afianzar su mundo
mientras una masa arrastra
la piel de las cosas domésticas
La lluvia ensordece
sobre las maderas
Y del agua emerge
el cuello del animal
y suave
asciende
la casa estremecida