viernes, 23 de noviembre de 2007

MUSA LEVIS 14












EN ESTA EDICIÓN:

Ulises Giraldo
Mariela Mahecha Buriticá
Carolina Villa Londoño
Álvaro Marín Arias
Francisco J. G. Campillo
César Samboní
Édgar Alberto Caicedo Cuéllar
Marco Antonio Valencia Calle
Gustavo Adolfo Constain Ruales

jueves, 22 de noviembre de 2007

CON DIFICULTADES, SIEMPRE ADELANTE

Nunca hemos conseguido publicidad suficiente para financiar por completo la impresión de al menos una de las catorce ediciones de Musa Levis. Siempre (Rubén, Jaime, Flóbert o Gustavo Adolfo) hacemos pequeños aportes para que pueda salir. Los envíos y demás gastos corren de cuenta del bolsillo personal. Sin embargo ahí vamos. Y seguiremos adelante. El primer reto fue rebelarnos al común destino de las publicaciones en Colombia: morir en el segundo número. Nuestro sueño: intensificar su periodicidad hasta hacerla mensual, color pleno. Con paso firme vamos hacia el número 15. Gracias amables lectores. Bienvenidos queridos escritores de todas las edades.

QUIÉNES SOMOS

Musa levis 14 - ISSN 1900 4621

Manizales, septiembre de 2007

CONSEJO DE DIRECCIÓN
Jorge Cadavid, Alberto Vélez, Antonio Céspedes, Flóbert Zapata, Patricia Valenzuela,
Gustavo Adolfo Garcés.

COORDINACIÓN EDITORIAL
Rubén Darío Galeano Martínez

ARTISTA PLÁSTICO INVITADO:
Ulises Giraldo. Nació en Anserma, Caldas. Vive y trabaja en Manizales. Dibujante, pintor, ensamblador, fotógrafo. “Jardín entre rejas”, obra que acompaña esta edición, hace parte de la serie Oasis.

IMPRESIÓN
Editorial Manigraf, Tel: 884 55 26
E-mail: manigraf@hotmail.com

DISEÑO
Julián Augusto Amaya Orozco
1000 ejemplares
Publicación sin ánimo de lucro.
Conserve 12 números consecutivos y
encuadérnelos gratis en Editorial Manigraf.

© Cada uno de los autores por sus respectivos textos.
http://www.musalevis.blogspot.com/


PUENTES EN LA NIEBLA
Educador José Óscar García
Señora Claudia Villegas
Educadores Armando Ávila y
Wilson García Quiceno
Educadores Juan Diego Castrillón Diaz y
Yesid López

APORTES PARA ESTA EDICIÓN
Asociación Caldense
de Licenciados – ACAL $ 50.000
Banco de la República $ 64.750
EDUCAL$ 50.000
CIDECAL $ 50.000

Valor total de la edición $350.000

ILUSTRACIONES AUTÓCTONAS
















DEPARTAMENTO DEL CAUCA




CAROLINA VILLA LONDOÑO

Manizalita, licenciada en filosofía y letras de la Universidad de Caldas, coordinadora de la Corporación Rafael Pombo hasta el año pasado y ahora vinculada con la Biblioteca Pública Municipal. Directora de la tertulia Luna Llena de Palabras desde el 2005 hasta ahora. Ha participado los últimos dos años en el Encuentro de Escritores de Filadelfia, Caldas. Jurado y ponente en el I Encuentro de Niños y Niñas Lectoescritores de Aranzazu y del Concurso Departamental de Cuento y Poesía Sobre Lactancia Materna, del cual la Dirección Territorial de Salud realizó una publicación titulada Piel de ángel.

CONFESIONES
Confesión I
Busco un sentido, un aliciente más allá del cotidiano momentáneo. La oscuridad confabula contra mi, todas las voces se hacen presentes. Presente el pasado, presente el presente de un futuro incierto. Presentes nuestros días en los que nunca fuimos felices.
Confesión II
Ser así es apuntarle a la descomposición voluntaria de lo que he construido. Harta de tanto café negro, me juego la vida en un sin sentido, es algo que quizá necesito para mi autodestrucción. Este es el camino para una fuga esquizofrénica de mi misma. No encuentro asidero, soy esto que flota en el vacío.
Confesión III
Cuando se acerca la noche los pájaros duermen en garras de la muerte la ciudad se transforma en un muladar efímero. Recorro estas calles confundiéndome con los otros y los propios, estoy a punto de entregarme. Nada hay en estas calles para mí.


MARIELA MAHECHA BURITICÁ

(Manizales,1980).
Cursa estudios de trabajo social en la Universidad de Caldas


No existe despedida
finalmente la distancia tomó
la decisión por nosotros,
no han quedado discursos pendientes,
ahora nos abraza la muerte en cada paso,
y esa mirada en la que nos extraemos
del mundo está reservada para
la intimidad de un contacto inconcluso,
donde caen como corriente de río
mis lamentos.


Acaso puede el poema
morir en cada sílaba,
para resucitar en la boca
del suicida y finalmente
perderse entre las piernas
de la pobre puta
que creyó que las estrellas
existían para que se las prometieran.
Amo las hojas que no han
pasado por mis manos,
la tinta que no derramo
en las largas horas de insomnio,
amo el silencio de tus manos
en mis senos, el momento
en el que discernimos la creación
de lo que llamaríamos amor.
Amo las tardes y las noches
que no terminan, las preguntas
que no tiene respuesta.
Amo el estado de inconciencia
en el que me pierdo y me quedo
menguada esperando la luna nueva.


Bellamente en reposo
sus cabellos se agitan
quedando en silencio
profunda como si fuera
la roca, esa que nunca
se mueve, quieta muy quieta
se convierte en el instante
del silencio, se repite y se repite
como un gemido intenso
donde alcanza eso que aun no conocemos,
como una piedra que nunca se movió,
ni contó la historia que no dijo nada,
que no mostró una imagen, ni observó
fue ese el momento,
el encanto de la tristeza perdida,
se perdió entonces
dejó de creer y aquello que se llamó fe,
se perdió y ya no más.

FLÓBERT ZAPATA

La poesía no cambia este mundo en que vivimos, cuyo centro es el dinero y con el cual tiene que ver lo mismo que el agua con el aceite, sino que propone otro. Señal de él son las creencias orientales centradas en el ser y no en la materia. Se trata de una ética y una política superiores, distantes de cualquier contingencia, que buscan algo más osado que cambiar el presente: transformar al hombre mismo.

de Bitácora del alienado

ULISES GIRALDO







sábado, 17 de noviembre de 2007

ÁLVARO MARÍN ARIAS

(Manzanares, Caldas, 1958)
Hechizado por la poesía de César Vallejo y Miguel Hernández publiqué mi primer libro de poemas con el título de Jinete de Sombras en 1992. La publicación fue un reconocimiento que me hizo la Casa de Poesía Fernando Mejía de Manizales, luego fui invitado al diario El Espectador de Bogotá para colaborar con notas sobre cultura y literatura en el Magazín Dominical dirigido por Marisol Cano y coordinado por el poeta Juan Manuel Roca, medio que jugó un papel crítico importante en la vida cultural del país en los años noventa. El hechizamiento con la literatura y la poesía fue mayor cuando leí a los poetas Cardoza y Aragón y José Lezama Lima y a los narradores Macedonio Fernández y Alejo Carpentier, tenía en este tiempo una lectura de escritores europeos, pero el acercamiento interesado a la expresión latinoamericana fue para mí una revelación de sentido histórico y poético a la vez. Recibí otro reconocimiento en poesía al ser destacado uno de mis libros: Noche líquida en una convocatoria latinoamericana del Festival de Poesía de Medellín. Publiqué en 1997 La brújula no quiere marcar más el norte, un libro de ensayos sobre cultura, política y literatura.


Poema de amor

Oscuras alas nos rozan, anoche
cayó un lamparón de sangre sobre la tierra
y la luz de las bombas
iluminó nuestros cuerpos dormidos.

Después de la guerra levantaremos la casa
y la sangre derramada
arrastrará los pájaros grises de la tormenta.

La historia es un país de estaciones,
después del oscuro invierno
pintaremos la casa; cuando en el cielo rojo
se oculten las máquinas de la sombra
enterraremos a nuestros muertos.

Pintaremos la casa,
y el olvido resanará las grietas,
en la noche volverán los amigos
a encender la hoguera de sus voces;
tu voz será una lámpara sobre las ruinas
y tus manos lavarán la sangre de la tierra.


Deseo

Podría decir cielo de plata o luna azul,
pero esa no es mi voz
y si dibujo una estrella
es solamente para ahuyentar mi sombra.
Adivina de la noche, descifra estas aguas:
soy el mar solo acercándose a tus orillas solas.
Y hoy quisiera hacer de mi voz
un mar de luz para la sed de tu noche;
que mis pasos tengan
la resonancia del alba cuando busco tu huella
y no el abandono del sol suicidándose al final de la tarde.

Que mis palabras sean un rumor de alas,
y en el momento de escribir la palabra amor
surja una bandada de pájaros
que silencie el ruido de los huesos del aire.
Y si es por la danza de mis aguas
en la noche de tu cuerpo,
que el deseo nos devuelva
la dulce y dolorosa memoria del paraíso perdido.

(De “Noche líquida” )


MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE

Nació en Popayán, en el año de 1967. Es miembro de la Asociación Caucana de Escritores. Profesional universitario en Literatura con maestría en Filología Hispánica del Instituto de la Lengua Española, de Madrid, España. Su trabajo literario ha sido reconocido, nacional e internacionalmente, entre otros, por los siguientes premios:2º Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 100 años, en Temuco Chile, 2004; por el Premio Nacional de Poesía Casa Silva, Descanse en paz la guerra (2003); y el Premio Nacional de poesía ciudad de Chiquinquirá (2002). Entre sus publicaciones cabe destacar Los Versos de la Iguana, 1999,200,2005; La Segunda Piel, 2004, y la novela Oscuro por Claritas publicada en el año 2000. Es docente de literatura, columnista semanal en diversos medios nacionales e internacionales.
(E-mail: valenciacalle@yahoo.com)


Cuando la muerte se disfraza

La muerte se disfraza de espectáculo y asiste a un carnaval. La muerte entre ríos de licor y gritos de fiesta se mete a una batalla de flores. La muerte se recupera de su mala fama y se deja acariciar, besar y gritar. La muerte crea mundos con esencias vitales para premiar a los que sueñan, a los que bailan a su lado en hilos de música, de sol, del sudor, de mar.
La muerte de fiesta no se mortifica ni cohabita con el dolor de nadie. No quita esperanzas pero tampoco sirve de salvavidas. La muerte baila sus alegrías y no interroga ni pacta, ni quema para el olvido de las desgracias, ni engendra ilusiones en los desheredados. La muerte no hace promesas con cantos ajenos, ni habla con nadie para que vuelva al latir el corazón de los poetas.


Por estos lados del mundo

Por estos lados del mundo nos azota una extraña enfermedad. La otra cara de la melancolía para sorprender a los desconocidos. Una larga nota musical que no nos ayuda a descubrir la crueldad, a enrollar las angustias. Un puñado de difuntos que nos tapiza el pánico y nos llena de brisa triste la sonrisa. El idioma del abandono.
Todos andamos con la carne desgarrada, el corazón lapidado y las entrañas sin misericordia. Con los ojos dorados después de haber visto todos los horrores, los vértigos y desastres que se viven cuando hay una guerra.


GUSTAVO CONSTAIN RUALES

Popayán, 1966. Es Licenciado en Educación artística, e ingeniero de sistemas de la Universidad Antonio Nariño. Reside en Cali, donde se desempeña como técnico de la Secretaria de Desarrollo Institucional de la Gobernación del Valle. Ha publicado: Estrella de Ocho Puntas, Apidama Ediciones (2007); Tres Amadas Cosa, editado por la Universidad del Cauca en 1992. Ha sido distinguido con el premio Periodista Ciudadano, del Diario Occidente de Cali y Noticiero Noti-pacífico, 2007; mención de honor VII Concurso Internacional de cuento erótico, Periódico Prensa Nueva, (1992). Tallerista literario e invitado a innumerables eventos poéticos a lo largo y ancho del país.
(E-mail: moldergc@yahoo.com)


La raza que nos suplantará

Miradme,
soy el
hombre
igual al
de la otra
dimensión,
pero impoluto,
y este obra
en el otro
y contrariamente,
soy toda
la verdad
por rebelarse,
en esta realidad
engañosa.


Siega

Venid a este campo de batalla
los que están cargados de dolor,
porque yo llevo el tuétano de la vida.
Puedo quitar de un tajo,
con una espada flamígera,
segaré con luz,
esta realidad perversa.


Límite

En el desierto
las tumbas sin lápida,
en el río
las tumbas pobladas de hierbas,
en la tierra
el cuerpo se quiebra.
Los que alcanzaron la

frontera
no abandonan la patria
-sólo la guardan-
no cambian el hogar
-sólo lo trasladan-
no huyen
sólo aguardan.
Desesperan, sí,
pero viven.

FRANCISCO J. G. CAMPILLO

Popayán, 1968. Magíster en estudios de la cultura con énfasis en literatura hispanoamericana, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador. Docente de la Universidad del Cauca en el departamento de Español y Literatura. Columnista del diario El Liberal de Popayán. Libros publicados: La tiniebla Luminosa, Colcultura 1983. La Fisura del Cántico. Colección Literaria Estuario, 2000; El Viento y los Colores, Universidad del Valle, 2005.


Plegaria

Dios cara de gato,
Maúlla en mis entrañas,
Abre tus ojos brillantes,
Pisa leve mi tejado,
Pasa tu lomo inmenso
Bajo mi mano soñando,
Bebe de mi semejanza,
Duerme en mi sangre,
Juega en mi tiniebla
Con un hilo de colores,
Acecha los ratones
Que roen mi escritura,
No te comas la mariposa,
Dios cara de gato.


Nocturno

Otras veces sucede que uno se levanta
En la noche por una necesidad
O como si alguien reclamara auxilio en un cuarto remoto
Hacia donde sonámbulo uno se dirige.

En el trayecto aterran esas débiles claridades
En donde moran inmóviles las cosas de la casa
Y uno no mira el espejo oscuro del corredor
Presintiendo el rostro desfigurado que pasa.

Se va entonces por la penumbra con un cristal
Hasta el grifo y se oye el profundo gorgotear
De las tuberías invisibles hasta que el agua rebosa
El cristal y la mano siente la súbita quemazón.

Y uno bebe.

ÉDGAR ALBERTO CAICEDO CUÉLLAR


Popayán 1966. Licenciado en Literatura y lengua española, de la Universidad del Cauca. Gestor cultural y Coordinador del Taller Literario itinerante Palabras y Notas. Publicaciones: Las Blancas Huellas del Rocío y Otros Relatos (cuentos), Premio departamental de Cultura, Rafael Maya y Fondo Mixto de Cultura, 1997; y el libro de poemas “Muchachas que se tuestan al sol”, Colección Literaria Estuario, 2007.


Desnudos

Las piernas entrelazadas
Los labios de la muchacha
Entreabiertos en un suspiro
Los redondos pechos
El musculoso dorso del mancebo
Y el viejo tocador en el fondo del cuarto
Guardando en su ovalado espejo
Aquella imagen
Cuántos cuerpos ha visto amarse
El espejo del viejo hotel
Y si le preguntáramos sobre el amor
Contestaría
Por siempre será un misterio


Revelación de lo femenino

La vespertina luz
Entre las ramas de los árboles
Un venado arrebatando a la noche
Sus últimas hojas
El primer canto de un pájaro
Como piedra que cae
En un espejo hechizado
Minutos después
Los pasos en la hojarasca
Un pie adelantándose suavemente
Hacia la orilla del torrente
Y luego su cuerpo
Flotando de cara al cielo
Los blancos senos
Y el adolescente
Entre los arbustos
Contemplando por vez primera
Lo femenino
Las perfectas formas del olvido

CÉSAR SAMBONÍ


(Bolívar, Cauca, 1972) Licenciado en Literatura y Lengua Española por la Universidad del Cauca. En 1997 obtuvo una beca colectiva para publicaciones culturales periódicas, con el proyecto de edición de la revista de poesía Ophelia, otorgada por el Instituto Colombiano de Cultura Col cultura. En 1998 el Ministerio de Cultura y el Fondo Mixto de Cultura del Cauca le concedieron una beca de creación literaria con el proyecto de escritura del libro La Indecisa Luz y Otros Poemas. Es co-fundador de la Revista de Poesía Ophelia, de los Encuentros de Poesía Ciudad de Popayán y de la Asociación Caucana de Escritores. Dirige la Colección Literaria Estuario y es columnista del Diario El Liberal de Popayán. Presidente de la Asociación Caucana de Escritores y Director del Magazín Literario ACE Palabra. Su trabajo literario consta en revistas y antologías de Colombia, México, Argentina, España y Ecuador. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Mi Alma al Desnudo (1994), Muerte de Luz (1995), Los Caminos del Classerou (2000), Pensamientos de Aldea (2001), Bosque Adentro (2004). Magíster en Estudios de la Cultura, con mención en Literatura Hispanoamericana de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Quito (Ecuador), de la cual fue becario. Editor de la Colección literaria Estuario (E-mail: coleccionestuario@latinmail.com,)


He perdido todo
he ganado la nada
perdí las horas de libertad,
cuando mi hija
jugaba con mis treinta años
en un patio imaginario
he perdido un paisaje: una montaña, un río enorme y el abierto cielo
he perdido la ingenuidad de la vida
me he transformado en un perro sarnoso. busco a mi enemigo para saciar mis resentimientos. busco a otro para que me convierta en el asesino que soy. cargo un cuchillo de terribles dientes. busco al muerto que cargo a cuestas para rescatar lo que ya se perdió sin remedio
he perdido todo. soy un asesino que clama por una víctima
la nada es mi alimento
(nada he perdido)