Nunca hemos conseguido publicidad suficiente para financiar por completo la impresión de al menos una de las catorce ediciones de Musa Levis. Siempre (Rubén, Jaime, Flóbert o Gustavo Adolfo) hacemos pequeños aportes para que pueda salir. Los envíos y demás gastos corren de cuenta del bolsillo personal. Sin embargo ahí vamos. Y seguiremos adelante. El primer reto fue rebelarnos al común destino de las publicaciones en Colombia: morir en el segundo número. Nuestro sueño: intensificar su periodicidad hasta hacerla mensual, color pleno. Con paso firme vamos hacia el número 15. Gracias amables lectores. Bienvenidos queridos escritores de todas las edades.