jueves, 22 de noviembre de 2007

FLÓBERT ZAPATA

La poesía no cambia este mundo en que vivimos, cuyo centro es el dinero y con el cual tiene que ver lo mismo que el agua con el aceite, sino que propone otro. Señal de él son las creencias orientales centradas en el ser y no en la materia. Se trata de una ética y una política superiores, distantes de cualquier contingencia, que buscan algo más osado que cambiar el presente: transformar al hombre mismo.

de Bitácora del alienado